El novillero Diego Garmendia sigue con su preparación en diversas ganaderías a lo largo y ancho de la república mexicana, esta vez fue en la Ganadería de Karla y Paco Santoyo, donde el joven diestro mató un toro que pesó 510 kilos.
Este astado le permitió corregir la técnica y afinar detalles para sus próximos compromisos y su reaparición en los ruedos que ya está en puerta, fue un toro bueno que le exigió estar a la altura y seguir con el sitio que tenía.
Está tarde le permitió disfrutar de cada lance y pase que ejecutó en el campo bravo, fue una prueba muy importante por que luego de ocho meses le pudo ver la cara a un toro hecho y derecho.
Con esto queda ya de manifiesto que Garmendia ha superado las secuelas de la cornada, tanto en lo mental como en lo físico.
Al respecto comentó:
“La verdad me sentí muy a gusto luego de ocho largos meses de no poder estar en la cara de un toro, fue muy importante por que logré estar muy bien con el toro, me dejó disfrutar, y me permitió ver mis avances tanto en mi técnica como en mi condición física, me siento muy contento para los compromisos que vienen por delante y para mi reaparición.”