Por Mundotoro:
‘Del sueño a la leyenda’ era la frase que marcaba la carrera de Enrique Ponce en Valencia en el cartel de esta tarde. 106 paseíllos, 118 orejas y 40 puertas grandes desde su alternativa en 1990, que han tenido un final feliz en una tarde marcada por un ‘No hay billetes’, el viento y la pasión de la afición valenciana con su torero. Hubo que esperar hasta el final para poder ver al torero de Chiva culminar su definitiva obra en el coso de la Calle Xátiva. Una faena que resumió toda su trayectoria, en el último toro de su vida en España. Antes, Talavante había brindado a los tendidos una breve y torerísima faena ante el segundo de la tarde que debió ser premiada con las dos orejas, y que se quedó en una pese a la fuerte petición del público. No tuvo suerte con el lote Nek Romero en la tarde de su alternativa, pero mostró valor y ganas de ser el próximo torero de Valencia, dando una vuelta al ruedo ante el sexto.
Tuvimos que esperar hasta el final para poder ver a Enrique Ponce realizar su última obra en su plaza. Tras no tener opciones con un cuarto de Juan Pedro deslucido y muy agarrado al piso desde que salió por chiqueros, el torero valenciano pidió al palco lidiar el primer sobrero en agradecimiento a la afición valenciana, cosa que sucedió. Un toro bello de hechuras, bravo en el caballo y que permitió en la muleta a Ponce resumir toda su carrera en una densa pero armónica faena. El viento – presente toda la tarde – molestó por momentos, pero no condicionó la obra del diestro valenciano, que poco a poco fue cuajando al animal con muletazos de calidad y bella factura por ambos pitones. Una faena en la que Ponce explayó su tauromaquia, finalizando con sus tradicionales poncinas, rematadas con un cambio de mano al ralentí. Tras una estocada en todo lo alto y el uso del descabello, el toro cayó y la plaza se inundó de pañuelos blancos que le concedieron las dos orejas en su última faena en España.
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