Por Al Toro México
Fotos: Marincho Herrera
En la corrida de la Plaza México en la que Diego Sánchez cayó herido
El precioso marco de la procesión de la Virgen del Rosario que se realizó en el ruedo de la Plaza México durante la Corrida de las Luces dio paso a una actuación muy importante de Arturo Saldívar, en especial, ante el primer toro de su lote, un ejemplar de la ganadería Santa Inés, que a la postre fue premiado con arrastre lento, al haber resultado tan importante como demandante y al cual Saldívar toreó por nota ya que desde que saltó al ruedo ese ejemplar demostró que había que tocar muchas teclas si se le quería cuajar.
Este astado sustituyó a uno de Fernando Lomelí que debido a la mansedumbre que mostró ante los picadores, fue devuelto a los corrales. Cuando saltó a la arena ese segundo bis, llamado «Hidrocálido», Arturo lo recibió con perfectos lances a pies juntos. Tras encuentro con el picador, le instrumentó un quite por chicuelinas e intervino Diego Sánchez con una serie igual, a la que respondió Saldívar con una tanda de chicuelinas antiguas.
Luego de algunos muletazos por alto, al filo del tercio, vinieron los pases con una rodilla flexionada. Y la faena subió de nivel cuando llevó al toro a los medios, donde se sucedieron las tandas con la mano derecha, hasta que logró pases en redondo.
Eslabonó una faena con gran técnica y garra en la que demostró el poderío que puede alcanzar con su muleta al domeñar la brava embestida del burel y convertirla en despaciosos trazos por ambos pitones e inclusive hilvanar sendas dosantinas. Ejecutó una estocada entera pero trasera y el toro no dobló y tras varios descabellos perdió las orejas, aunque el público lo reconoció con una cerrada ovación en el tercio.
El quinto toro, fue de Los Encinos y también Arturo se empleó a fondo con él. Lo llevó con categoría hacia la pelea con el caballo y lo brindó a su apoderado, el matador Manolo Mejía. Lo lidió para ir sacando lo mejor de su fondo para obtener buen partido al lograr destacadas tandas tanto por derecha como por naturales, sin embargo, varios pinchazos precedieron a la estocada que hizo doblar definitivamente a su enemigo, por lo que dividió opiniones.
Diego Sánchez tuvo una noche de entrega en la que dejó claro que está dispuesto a ganarse un sitio importante dentro del escalafón nacional. Enfrentó al tercero, de la ganadería Santa Maríade Xalpa, se dejó sentir plenamente ante el público en un ceñido quite por gaoneras.
Con determinación y cabeza muy clara se plantó de rodillas sobre la arena ante ese serio toro para realizar una valerosa y ajustada tanda de muletazos. En pie, con firmeza aguantó las acometidas del ejemplar que embistió calamocheando y le sacó un pase tras otro, hasta que el astado fue acortando su viaje, por lo que el trasteo no remontó. Luego de una tanda de bernadinas, lo mató.
El sexto, de Villa Carmela, no le brindó facilidades, pero en lugar de tirar por la calle de enmedio, tuvo la paciencia de ir lidiando hasta que le ligó tandas con gran mérito y la labor fue remontando, hasta que resultó prendido. El toro lo hirió en la parte posterior del muslo derecho.
Se levantó y a pesar del dolor, se quedó en el ruedo a terminar su faena, entre gritos de «torero-torero», pero se precipitó al tirarse a matar y pinchó. Una vez que dio muerte al astado fue premiado por los aficionados con una cariñosa ovación en el tercio y pasó a la enfermería y luego fue llevado al hospital para ser intervenido.
El español Fernando Robleño, aunque voluntarioso y dispuesto a lo largo de la corrida, pasó de puntillas ante su lote integrado por un toro de Santo Tomás y otro de Santa Inés, tampoco estuvo certero al oficiar con la espada, por lo que escuchó sendos avisos.
Ficha
Ciudad de México.- Plaza México. Corrida de Las Luces, Un tercio de entrada (unas 15 mil personas), en noche fresca, con algunas ráfagas de viento. Toros de distintas ganaderías, en el este orden: Santo Tomas, Santa Inés (2o, bis sustituto de uno de Fernando Lomelí devuelto por manso), Santa María de Xalpa, Santa Inés, Los Encinos y Villa Carmela, muy bien presentados, serios, de los que destacó el 2o. bis, que recibió arrastre lento. Pesos: 484, 536, 520, 512, 510 y 510 kilos. Fernando Robleño (gris plomo y oro): Palmas tras aviso y pitos tras aviso. ArturoSaldívar (malva y oro): Ovación tras aviso y división tras aviso. Diego Sánchez (azul turquesa y oro): Ovación y herido. Incidencias: Fernando Robleño confirmó la alternativa con el toro «Cantaranas», número 172, con 484 kilos, de Santo Tomás. GustavoMora y Gerardo Angelino saludaron una ovación tras dejar buenos pares de banderillas. Diego Sánchez recibió una cornada en la pantorrilla derecha durante la faena de muleta del 6o., y a reserva del parte médico oficial que permita conocer el alcance de la herida. Antes del paseíllo se realizó la procesión de la Virgen del Rosario, motivo por el cual el festejo comenzó a las 20:52 de la noche y finalizó minutos antes de la media noche.
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