Dimensión del salmantino con un buen novillo y otro que no ha regalado nada. Marco Pérez ha dejado una tarde en la que ha puesto en valor sus credenciales. Oreja de peso para Talavante
Marco Pérez desorejó al novillo de su debut con caballos en España. Un novillo noble, de buen juego, al el que el novillero salmantino realizó una labor completa. Dejó un quite por chicuelinas espléndido. Con la muleta dejó una faena ligada, templada y atrevida, en la que destacó la torería y la ligazón. La plaza loca con el joven novillero. Dos orejas
Oreja de peso para Marco Pérez frente al sexto de la tarde, un novillo con muchas teclas que tocar e incierto al que el novillero salmantino hizo una faena llena de exposición y temple, con sorprendente facilidad y naturalidad. Estocada y usó el descabello. Oreja
Talavante cortó una oreja al quinto bis, un sobrero de El Pilar deslucido y descompuesto, al que el diestro extremeño cuajó una faena magistral, cuidando y entendiendo al toro a la perfección. Una faena basada en la mano izquierda, toreando y sometiendo al astado. Estocada y oreja, premio escaso para la gran labor del extremeño.
Ovación para Alejandro Talavante en el segundo de la tarde, un toro que tuvo nobleza pero justa fuerza. El diestro extremeño estuvo bien, sobre todo con la mano izquierda. Una faena pasional y profunda. Faltó un poco de transmisión del toro. Aun así, la faena no terminó de calar debido a la cierta frialdad del público y hubo escasa petición.
Ovación con saludos para Miguel Ángel Perera en el primero de la tarde, un toro noble de El Pilar, al que el extremeño cuajó una faena mandona en el centro del ruedo por ambos pitones. Brindó la faena a Marco Pérez. Una faena de gran autoridad con el borrón de la espada. Ovación
Silencio para Miguel Ángel Perera con el cuarto, un toro con empuje pero sin fuerza al que el diestro extremeño realizó una faena de dedicación, exprimiendo a su oponente que no dio opciones de lucimiento. Silencio
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