Por: Aplausos
La figura extremeña cuaja una tarde excepcional haciendo un esfuerzo ingente. La espada le impidió pasear una oreja del cuarto, de buena condición. Ureña sin opciones y voluntad de Alejandro Fermín en su confirmación el día de San Isidro.
El cuarto portó dos perchas, abriendo la cara y con amplitud. Perera lo toreó bien por bajo desde el saludo capotero. Trató de cuidarlo en el caballo pero el presidente insistió en que lo volviera a poner en el caballo sin contar cómo puyazo el primer encuentro. El Fini y Vicente Herrera tuvieron que desmonterarse por su gran tercio de banderillas. Perera brindó al público, se echó de rodillas y comenzó con un cambiado por la espalda. Aguantó una parada en el embroque de las que hielan. El toro tuvo buena condición pero le faltó un punto de repetición. Perera se fajó con él buscándole las vueltas. Aprovecho la humillación del toro. Le pegaron un aviso toreando. La espada afeó la obra. Bajonazo y estocada baja. Silencio tras aviso.
El segundo fue protestado de salida por su falta de perfil. Descolgó en el templado capote de Miguel Ángel Perera que le fue abriendo los caminos. Acudió alegre al caballo aunque la segunda vez entró al relance en pleno quite por chicuelinas del extremeño. Quitó por verónicas Ureña dejando un magnífico lance por el pitón izquierdo. Perera fue haciéndolo en la muleta, limpiándole los muletazos con paciencia. Aguantó frenazos y una fase más reservona del toro. Ahondó en la virtud de la humillación dejándosela en la cara. La mejor tanda llegó al final. Estocada baja. Palmas tras aviso.
En tercer lugar se lidió un toro ancho de sienes aunque algo falto de remate por lo que también se protestó. Muy entregado Paco Ureña desde el primer lance. El toro pareció algo descoordinado pero se repuso en banderillas. Gran tercio de Agustín de Espartinas. Paco Ureña brindó al empresario mexicano Juan Pablo Corona. Empezó la faena con ayudados por alto. En la segunda tanda se desplomó el toro. Continuó después del trance muy a la defensiva y Ureña decidió abreviar. Estocada. Silencio.
El quinto, castaño y fuerte, era estrecho de sienes pero muy serio. Enseñando las palas. Ureña volvió a intentar torearlo asentado de capa. No fue fácil. El toro se empleó en el caballo. En la muleta resultó duro por su tendencia a vencerse después del tercer muletazo. El murciano se empleó con él sin eco en el tendido. Le punteó demasiado la muleta. Estocada baja. Silencio.
Confirmó la alternativa Alejandro Fermín con el primero de El Parralejo de nombre Escultor. Un toro algo parado de salida al que le costó coger ritmo. Miguel Ángel Perera le intercambió los trastos en la ceremonia. Empezó doblándose con el toro, a la exigencia correspondió con humillación. Dándole algo de sitio se lo agradeció el toro con buena condición. Se vino abajo de mitad de faena en adelante. Fermín pegó un pinchazo antes de una estocada desprendida. Silencio.
Cerró la tarde un toro muy pesado, con 628 kilos, que impresionaba por su desarrollada corpulencia. Un toro que abría la cara cornidelantero. Alejandro Fermín ganó terreno hacia delante con buenas verónicas especialmente por el pitón izquierdo. En el caballo empujó con fuerza pero sin terminar de emplearse. Abusó también de la fuerza en la faena de Alejandro Fermín, que le brindó al empresario del sector turístico Juan José Hidalgo. El extremeño se fajó con mucha disposición pero el toro no fue agradecido a su esfuerzo rebrincándose en cada momento en el que se sentía podido. Se atascó con la espada. Silencio tras aviso.
Plaza de toros de Las Ventas. Quinta de la Feria de San Isidro. Corrida del día del Patrón. Toros de El Parralejo, bien presentados aunque de decepcionante juego. Sólo se salvó el 4° por su profundidad. Miguel Ángel Perera, palmas tras aviso y silencio tras aviso; Paco Ureña, silencio y silencio; y Alejandro Fermín, que confirmaba alternativa, silencio y silencio tras aviso.
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